Los episcopales intentamos amar con el corazón de Cristo, pensar con la mente de Cristo y actuar como si fuéramos el cuerpo de Cristo.

¿Quién es la Diócesis Episcopal de Olimpia?

La historia de la Diócesis Episcopal de Olympia se remonta al establecimiento de la Jurisdicción Misionera de los Territorios de Oregón y Washington en 1853. También se nos conoce como la Iglesia Episcopal del Oeste de Washington. Admitida por la Convención General en 1910, la Diócesis de Olympia está formada por más de 26,000 episcopales en más de 100 comunidades de culto en todo el oeste de Washington. Nuestra área geográfica se extiende al sur desde Canadá hasta Oregón y al oeste desde las estribaciones de las Montañas Cascade hasta el Océano Pacífico.

A través del culto:

  • Afirmar nuestra fe
  • Rezar juntos
  • Reconciliarnos juntos
  • Compartir juntos la paz y la acción de gracias
  • Obtener fuerza y renovación a través de la Eucaristía
  • Prepararnos para servir al mundo.

Compartimos la esperanza en la gracia increíblemente amplia de Dios para perdonar a todas las personas arrepentidas.

Nuestras congregaciones abarcan toda una gama de tamaños y etapas de desarrollo. Varias instituciones afiliadas y numerosos ministerios de extensión y justicia social, así como una serie de ministerios multiculturales, reciben el apoyo de toda la diócesis.

En unión con nuestro obispo, la Diócesis Episcopal de Olimpia, parte del Movimiento de Jesús, da testimonio del reino redentor de Dios y actúa el amor inclusivo de Dios, la paz y la justicia, viviendo de manera única este llamado dentro de nuestras comunidades locales específicas. Nosotros somos y estamos:

  • Centrados en lo local: En lugar de operar desde un modelo “de arriba abajo” que premia el liderazgo centralizado, creemos que cada congregación debe ser libre de vivir esta visión de la manera que mejor satisfaga las necesidades únicas de su comunidad específica.
  • Comunidades conectadas: Creemos que nuestras más de 100 comunidades de culto son más fuertes cuando existen conexiones que permiten a nuestras congregaciones compartir historias, recursos, retos y triunfos entre sí.
  • Formación de líderes cristianos: Estamos comprometidos a equipar y capacitar a una comunidad que aprende, crece y se reúne regularmente para proclamar las buenas nuevas de Dios reveladas en la vida, ministerio y testimonio de Jesucristo.
  • Sacramento y Servicio: Somos una comunidad litúrgica arraigada en la oración común y en la celebración de la Sagrada Eucaristía, que nos forma y nos prepara para salir de los muros de nuestra iglesia y servir a nuestros vecindario, pueblos y ciudades, y al mundo.